RIESGO DE ABUSO SEXUAL Y REVICTIMIZACIÓN EN LA PERSONA CON TLP

Hdsancho

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27/10/18
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Buenos días, les comparto este interesante análisis para su reflexión y comentarios.
Exparejas y parejas, terapeutas, compañeros de trabajo, familiares y amigos de la persona con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) la describen como impulsiva, vulnerable y sin una adecuada estructura de boundaries (límites propios y hacia las personas con las que me relaciono). Una persona con TLP, de pronto y sin percatarse, puede revelar detalles muy íntimos de su vida a personas que apenas conoce; dentro de estas intimidades figuran historias fragmentadas sobre abuso emocional, físico o sexual del que puedan haber sido víctimas. Por otra parte, se describe también en el TLP, un manejo muy débil o poco preciso de sus reacciones y de la intimidad que les es confiada por terceras personas. Muchos autores aún se encuentran investigando la interconexión entre los aspectos biológicos, el entorno de crianza invalidante y la susceptibilidad al abuso sexual en los pacientes con TLP. Se habla de una sexualidad muy infantil que hace que la TLP tenga altas expectativas del sexo en función del amor que les puedan proporcionar. Es como si su vacío y falta de identidad los lleve a establecer peligrosas conexiones sexuales en afán de encontrar el amor; algunos la ven como la "persona ideal" que los acompañará por siempre. Recordar que la persona TLP no hace esto de forma consciente; siempre habrá un detonante que le hará buscar satisfacer la necesidad de compañía y afecto, pero de manera muy disfuncional y distorsionada, forma que se aprendió desde una infancia de sobreprotección e invalidamiento. Es como si sus padres o cuidadores, hubieran fracasado en su papel de dotar al TLP de recursos emocionales suficientes al invalidar la necesidad del paciente y "repusieran" esta deficiencia a partir de un sobre cuidado y una sobreprotección. Es como si fuera un alivio de la culpa por parte del cuidador.

¿Cuáles son los factores de riesgo, por ejemplo, para que una chica TLP fuera víctima de abuso sexual o pudiera ser revictimizada?
 
Hola @Hdsancho, bienvenido. ¿Qué te trae por el foro? ¿Afectado, familiar, expareja de posible TLP, profesional de la salud?
 
@Hdsancho bienvenido al foro! Estaría bien que nos contaras un poco sobre ti.
 
Hola @Hdsancho, bienvenido.

Sufrí abuso sexual durante mi infancia y adolescencia; me han diagnósticado Trastorno de Estrés Postraumático del que deriva mi TLP. Llevo trabajando concretamente en ambos Trastornos 18 años y nunca me han comentado nada de lo que describes.

Por desgracia, creo que cualquier mujer, sufra TLP o no, puede ser víctima de abuso sexual. Al igual que cualquier niño puede sufrir bullyng, no sólo los de necesidades especiales.

No me queda claro si hablas de alguien concreto que conoces o si eres Terapeuta o Estudiante preparando un caso.

Yo también te animo a que nos cuentes más acerca de ti.

Saludos
 
Hola Neo, soy médico general y administrador de servicios de salud especializado en evaluación de unidades de atención en salud mental. Una gran parte de la patología mental que manejan nuestros hospitales está constituida por reacciones de ajuste, enfermedad esquizofrénica paranoide y trastorno límite de la personalidad. A través de este foro, me interesa compartir un poco la experiencia recogida a través de la literatura y la experiencia cotidiana tanto con los pacientes como con terapeutas involucrados, investigadores, parejas y familias. Estaré exponiendo distintas revisiones del tema que se hacen para diseñar indicadores de evaluación y agradeceré muchísimo las opiniones y respuestas enriquecedoras de todos los aquí participantes.
 
@Neo

- - - Añadido - - -
@Hdsancho daremos por supuesto que has leído las normas del foro, verdad?
Y daremos también por hecho que, todo lo que aquí se dice, queda aquí y no servirá para ningún estudio o estadística de ningún tipo, verdad?
Llámame paranoide si quieres xD pero más de uno y más de dos, ha entrado al foro para algo más que echar un cable a los aquí presentes
 
Hola Xusi, gracias. Soy profesional médico y evaluador de sistemas de salud y he enfatizado estudios en el tema, dada la creciente detección de esta patología tan interesante. Algunas revisiones se hacen desde la perspectiva de pacientes y familiares (concretamente exparejas y padres) quienes también se sienten identificados, afectados y comprometidos a apoyar a sus familiares.

En relación con lo que refieres, se han visto grandes diferencias entre el abuso infantil y el abuso en la adolescencia. Se ha visto que los niños y niñas que fueron abusados, mostraron conductas más introvertidas y mayores porcentajes de abuso intrafamiliar. Al contrario, adolescentes y adultas jóvenes víctimas de abuso, presentaron conductas extravertidas en mayor proporción y fue más frecuente el abuso por parte de personas ajenas al entorno familiar o del todo desconocidas. En la adolescencia y la adultez joven, el acceso al alcohol y las drogas expone a la persona a un riesgo mayor de sufrir abuso sexual, aunque no sea TLP.

No hago referencia específica a un caso en particular, sino a lo encontrado en la casuística hospitalaria y lo descrito en la literatura.

- - - Añadido - - -

Hola Bonifacia, cómo estás?

Espero poder contribuir con algún aporte favorable para la mejor comprensión del tema. De hecho, los blogs y foros no son fuente de referencia para estudios clínicos serios o de investigación, sino al contrario, los estudios y la experiencia práctica permiten enriquecer y brindar una luz a las personas que lo necesitan y participan del foro. No me interesa para nada ser confrontativo o beligerante. En el momento en que se sienta algún irrespeto de mi parte, háganmelo saber y me retiraré del foro. Igualmente agradezco el respeto hacia mi persona.

Y no Boni, no eres paranoide y no se trata de calificarte así..Las etiquetas nos perjudican a todos, y nuestros rasgos de personalidad no son los que nos hacen ser nosotros. Son nuestras decisiones las que nos hacen ser auténticos.
 
Bueno lo de "llámame paranoide" ... Era un chiste, por eso he terminado la frase con un xD

Bueno... En cualquier caso. Yo me he sentido muy identificada con la primera parte de tu exposición.
Si "hay que clasificarse", soy del segundo tipo de tu última intervención.
Una persona de mi entorno (no demasiado cercano) abusó de mi (de forma consentida y reiterada) con 13 años, teniendo 32. (me ha costado 20 años decir que fue un abuso por su parte, pero ahora estoy segura de que lo fue... Tengo su edad y jamás me acostaría con alguien de la mía de entonces)
A los 15, durante una relación consentida con un desconocido, me sodomizo sin consentimiento y con resistencia por mi parte.
Mi relación con el sexo ha sido totalmente irracional desde la adolescencia.
 
Siguiendo con el tema, concretamente con la pregunta "¿Cuáles son los factores de riesgo, por ejemplo, para que una chica TLP fuera víctima de abuso sexual o pudiera ser revictimizada? cabe aclarar mejor la pregunta con base en las observaciones realizadas por los participantes que estos factores de riesgo aplican también para la persona que no es TLP, y no solo para las chicas, sino para los chicos.

Se ennumeran los siguientes:
1.INMADUREZ: La juventud temprana, es una hermosa etapa de la vida caracterizada por ser un proceso de continuo cambio. Todos los seres humanos experimentamos un proceso intensivo de maduración física, cognitiva y emocional antes de los 25 años. Específicamente entre los 13 y los 18 años, la persona se vuelve físicamente más grande, fuerte, inteligente y atractiva. Luego de una etapa de formación secundaria o académica básica sigue el paso hacia la universidad donde nos guiamos por nuestras aptitudes vocacionales las cuales en muchos casos no están lo suficientemente definidas; es en el alma mater donde la persona tendrá más libertades y situaciones de grupo que no tendría durante la etapa básica de educación y que por tanto lo pueden exponer a una mayor interacción social de riesgo. Se experimentan sentimientos de afecto, amor de pareja, amor familiar, deseos de independencia y logro de metas en la vida. El ser humano entre los 18 y los 20 años se encuentra en una etapa importante de cambios de caracter hormonal y emocional, de pronto la etapa de edad más delicada en la actualidad. Pero... ¿Qué pasa, por ejemplo, cuando hablamos de un amor familiar de origen, caracterizado por una historia de invalidación, apego inseguro y de desidentidad en el núcleo de familia? Sucede entonces que este entorno invalidante más todos los procesos biológicos y emocionales que se suceden en la persona con TLP, le exponen a un riesgo mayor al abuso ya que para enfrentar los retos de la vida se requiere un crecimiento asertivo previo y una niñez sana. Cuando esto no ha sido así, este torbellino de estados emocionales no permite defenderse adecuadamente del abuso de otras personas. No puedes defenderte de los peligros y amenazas de la vida que te acechan en determinado momento, cuando no has recibido los recursos emocionales en tu infancia que te permitan discernir y saltar los obstáculos, al contrario si lo que has recibido es indiferencia, postergación y utilización por parte de los cuidadores que se supone debieron darte un apego sano, el riesgo de daño será elevado.
 
Cada persona, luego de un estrés postraumático, elaborará modos de respuesta muy diferentes a como los elaboran los demás. Digamos que ocurre una respuesta sexual desadaptativa, que puede ir desde una retracción e inhibición total, hasta conductas sadomasoquistas. Acá lo importante es que la persona pueda consultar con el terapeuta apropiado y logre resolver la ansiedad que se presenta en el estrés postraumático (síntomas y signos de angustia, insomnio, pánico, llanto espontáneo); que la persona logre poco a poco superar sino todas, las secuelas más importantes. Y la meta principal, eliminar la culpa porque ninguna víctima de abuso es culpable de lo que le sucedió. He leído sobre todo en literatura norteamericana, que el sexo intenso y vigoroso, es un modo de escape que le permite elaborar a la persona algunas ideas derivadas del evento traumático logrando canalizarlas y encuentran en esto una forma sana en su sexualidad. Lo importante es disminuir todo riesgo de enfermedades de trasmisión sexual así como actividades que puedan dañar la salud de la persona con TLP o su pareja, como el uso de objetos no apropiados. Conozco el caso de una pareja cuyo fetiche es hablarse sucio y actuar con rudeza entre ellos sin faltarse el respeto y que creen..? Son muy felices y se conocen muy bien, saben lo que les gusta y dialogan para conocer siempre sus límites.
 
Buenas tardes, continuando con el tema, recapitulamos acerca de dos preceptos importantes. El primero es que todas las personas tenemos en mayor o menor medida, el riesgo de que se trasgredan nuestros límites y espacio personal, sea en la esfera física, emocional, cognitiva, sexual y espiritual. El segundo es que, si no hemos recibido durante nuestra infancia y juventud temprana, la suficiente formación cognitiva, el apoyo, el respeto y sobre todo la oportunidad de manifestarnos como un ser individual e independiente, merecedor de una vida feliz; la probabilidad que aparezcan manifestaciones de abusos y sus consecuencias es mayor. Y reitero, la responsabilidad de un abuso es única y exclusiva del agresor, ya que la definición de abuso implica el no consentimiento de la víctima y la no conscientización del ataque. Este concepto de no conscientización es muy importante, ya que recordemos que el agresor nos tratará de inculpar y muchas veces podemos actuar inocentemente, sin malicia, aceptando algo que en realidad no es otra cosa que una estrategia de daño, muy bien conocida por el sociópata.

Entonces la terapia psicológica y en especial la autoterapia, deben estar orientadas en el sentido de tomar consciencia de esto y mentalizar nuestros pensamientos y entender las intenciones de los demás, de modo que podamos comprender mejor lo que sucede en cada interacción. La terapia cognitiva conductual permiten evocar en el paciente, constructos que le permitan entender que, independientemente de las causas por las cuales, una parte importante de su desarrollo emocional no se completó tempranamente, es posible construir nuevas defensas y hacer una vida más plena, si así se desea. Aprender a tomar decisiones a favor de nosotros mismos. Recomiendo los siguientes enlaces sobre la terapia de mentalizacion que expone la Dra. Blanca Mass YouTube y YouTube

Continuando entonces con los factores de riesgo para AS y revictimización, tenemos:

2. INVALIDACIÓN EMOCIONAL: el ser humano cuando es niño(a) crece con la más absoluta y sana inocencia, expectativa de cuidado sano y atención apropiada. Un ambiente indiferente e invalidante favorece una infancia inmadura y desabastecida de un crecimiento emocional saludable y oportuno lo cual en teoría se logra a partir de la crianza de unos padres asertivos que, por ejemplo, se ocupan más de sus hijos de lo que puedan preocuparse.
Hay una diferencia clara entre un cuidador proactivo que se ocupa, que de un cuidador omiso y ansioso que se preocupa. El niño o la niña absorben esta proyección del cuidado y lo aplica en su vida dando como resultado hijos seguros con un apego adecuado; sin embargo, los hijos también absorben la ansiedad que les proyectan sus padres, como por ejemplo, la preocupación que le causa muchas veces un niño de unos meses de vida a una madre ansiosa y preocupada que en lugar de poder entender lo que pasa en el niño, proyecta al niño su propia ansiedad y angustia, lo cual hace que se sienta ignorado o invalidado; esto le provoca gran inseguridad ante la intermitencia del cuidador y desarrollará un apego inseguro y desconfiado (la posibilidad inminente de abandono de mi cuidador siempre existe aunque eso nunca suceda).. Los padres, cuando logran hacer consciencia de las secuelas que esta formación disfuncional causa en sus hijos, tienden más bien a sobreproteger e invalidar más a sus hijos, destruyendo aún más, la confianza de ellos en sí mismos.
Cuando mis padres no confían en mí, tampoco yo confío en mí, en mis propias capacidades, en mis propias necesidades y tampoco voy a confiar en ellos, sino que lo de afuera es más confiable, por ejemplo, los extraños. Esto hace que sea más vulnerable a engaños. Llego a mi casa, “mamá no pone atención a mis necesidades, está más interesante la telenovela”, “papá nunca tiene tiempo para escucharme, para saber cómo me fue en la escuela, nunca puede ir a reuniones, sus negocios lo agobian”, o “no puedo explicarle que alguien me agrede y se burla de mí, me siento invalidado y busco validarme fuera de casa, validarme con personas que “si me ponen atención”, “sí parece interesarles lo que les digo”, “si tienen tiempo para mí”. Esta condición de vulnerabilidad es aprovechada por personas sin escrúpulos que intuyen la situación y logran obtener sus fines a partir de personas con vacíos emocionales, carentes y necesitadas de la escucha, el cariño y el apoyo que no reciben desde el nivel parental. Mi “nuevo amigo del chat” me dijo que soy inteligente que puedo “trabajar en su oficina”, que estoy guapa, que “puedo ganar fama y dinero en su agencia de modelaje”, que entiende mis problemas en casa y que “podemos hacer una fiesta con unas copas en casa”. El psicópata logra cometer sus delitos y abusos, en un ambiente donde hay necesidades y carencias no resueltas.
Como acotación importante, todos los padres nos equivocamos al educar a nuestros hijos, creo que no hay ni habrá padres perfectos; muchos padres solo repiten lo que recibieron. Lo ideal aquí es entender lo que ocurre, romper la cadena, mentalizar que podemos cambiar los efectos de una formación disfuncional, tanto en nosotros mismos como hacia nuestros hijos y tratar de minimizar los comportamientos autodestructivos. De esta manera no solo, reducimos el riesgo sino también se rompe el ciclo de ataques.
 
Buenas tardes, para continuar con este tema que específicamente hay poca información en la literatura en relación con la experiencia clínica y estudios, analizamos un tercer factor de riesgo, no sin antes recapitular lo que hemos descrito hasta el momento. Repasando, tenemos claro, el riesgo para la población general de sufrir una trasgresión de sus derechos; concretamente el abuso sexual tiene una connotación muy significativa dado que está relacionada con la intimidad física, emocional y espiritual de la víctima. Sin embargo el riesgo puede aumentar ante carencias emocionales y afectivas desde la formación temprana, con la cual la persona crece con una confusión emocional y sin las herramientas que le permitan comprender y protegerse ante alguna amenaza del ambiente.
Entonces, además de la etapa de inmadurez en la cual está el niño, el adolescente y el adulto joven, además de la invalidación emocional temprana, muy frecuente en pacientes con TLP, está el siguiente y tercer factor:
IMPULSIVIDAD: el término “impulsividad” está definido en el DLE como aquel comportamiento en el que suele hablar o proceder sin reflexión ni cautela, dejándose llevar por la impresión del momento. Todas las personas tendemos a actuar a partir de emociones, que nos motiva o impulsan a realizar determinados actos. También podemos entrar en procederes inapropiados a partir de un impulso derivado de una emoción no controlada. Las consecuencias de un acto impulsivo pueden ser diversas y algunas muy complejas y graves (conflictos con la ley, embarazos no planificados, eventos adversos no deseados y otros).
Las personas con TLP tienden a tener mayor predisposición a actuar de manera impulsiva a partir de emociones reguladas de manera insuficiente. Esta predisposición si bien puede estar explicada desde el entorno invalidante y el aprendizaje de conductas neuróticas y desadaptativas en el proceso de crianza en el hogar, parece estar más fundamentada en el funcionamiento irregular del sistema neuroendocrino talamo-hipofisiario encargado del control y la regulación de emociones concretamente en el sistema prolactina-oxitocina. En un estudio con 15 pacientes portadoras de TLP, se encontró una elevación por encima del valor normal superior de la cantidad de prolactina en sangre. Por otra parte, la oxitocina, hormona acompañante de la prolactina, también mal llamada, “hormona del amor” contribuye de manera importante con esta tendencia a la impulsividad. Otro neurotransmisor involucrado es la dopamina en las vías de neurotrasmisión dopaminérgica relacionadas con el enamoramiento. Esto podría explicar también el “pensamiento mágico del TLP” es decir, lo que pienso en este momento es lo que debo hacer para lograr, por ejemplo, mi felicidad” Muchas veces, no son consideradas las consecuencias de la conducta derivada en función de esa idea.
Se ha visto además que otras estructuras involucradas en la regulación de los procesos afectivos y su conexión con los procesos cognitivos, concretamente la amígdala, presentan cambios anatómicos como la hipotrofia (disminución de tamaño) lo cual podría explicar la dificultad para la integración de las emociones y los pensamientos. Por ejemplo, cuando una paciente con TLP tiene de pronto un pensamiento espontáneo que puede ser una opinión determinada sobre un asunto en particular, puede experimentar como este pensamiento se convierte en una idea fija y radical, entrando en un estado de “equivalencia psíquica”; esto es lo que pienso, esto es así y no cabe otro pensamiento.

De modo tal que estos comportamientos tienen una base bioquímica neuroendocrina que puede ser transmitida a través de las generaciones y que explicaría aquello que no está relacionado con lo que adquirimos o absorbemos del ambiente. Lo importante de esto, es que es la base para el tratamiento psicofarmacológico que ha sido de gran beneficio para las pacientes con TLP y que les ayuda a un mejor funcionamiento y a la prevención en la aparición de nuevas crisis. Los antidepresivos como la venlafaxina mejoran la regulación de los neurotransmisores y permiten mejorar los síntomas de tristeza, los antipsicóticos como quetiapina y olanzapina mejoran la actividad de la dopamina lo que se traduce en la disminución de impulsos, mejorando el sueño y disminuyendo pensamientos psicóticos. El aripiprazol tiene un efecto sobre la irritabilidad y la lamotrigina mejora la regulación del afecto disminuyendo la manía (extremo opuesto al estado depresivo).

Se ha visto impulsividad asociada a otras situaciones como crisis de autoimagen, estados depresivos o de vacío o aburrimiento crónico e incluso una confusa percepción del cariño y la lealtad de parte de los cuidadores o bien "debilidades" en el afecto de los que le rodean más de cerca, es decir, hermanos, parejas, hijos, compañeros de trabajo, de la iglesia, de los deportes, en fin, la gente que más le quiere. Ante la crisis, la paciente interpreta como si los seres que más le aprecian, le estuvieran “traicionando”, dando como resultado un extremado impulso hacia la búsqueda de ese “afecto tan deseado” en extraños que no le conocen bien y que no conozco bien.

Resulta que muchos sociópatas y psicópatas, si entienden muy bien tal vez mucho mejor que la chica TLP, posee una necesidad intempestiva de afecto, compañía y escucha. Y sí… hay quienes, si están dispuestos a dársela, o yo diría más bien a "fingírsela". Es así como aparecen en la vida de la persona con TLP, personas extrañas que fácilmente acceden a los asuntos más confidenciales e íntimos, precisamente por esa “puerta abierta de par en par”, que el o la TLP abrió inconscientemente, guiada por su necesidad, por su bondad, sin malicia, sin quererse exponer. Acá el problema es que con esta apertura a la intimidad se expone el propio cuerpo, ilusiones y expectativas, dándose casos de violación en primera cita. Esto le hace perder su confianza ante el mundo exterior, aumenta su invalidación y deteriora aún más su sentido de identidad. La persona crecerá con esta ruptura y como consecuencia aprenderá a responder a la frustración con un comportamiento de gran disrupción, inestabilidad e ira (respuesta disociativa)

Por lo tanto, en conclusión, el tratamiento de la impulsividad en la persona con TLP, debe estar enfocado en el abordaje integral en el que participen paciente, pareja, padres, hijos, hermanos y familiares más cercanos, así como los amigos que han demostrado apoyarlos más. Los terapeutas, psicólogo, psiquiatra, terapista ocupacional y trabajador social son parte fundamental en el tratamiento de la paciente y la familia. La farmacoterapia y en especial la adherencia al tratamiento son lo más importante para la apropiada regulación de los procesos bioquímicos involucrados. El control de la impulsividad disminuye en forma significativa el riesgo de abuso en la persona portadora de TLP.
 
Buenos días, retomando nuevamente el tema que nos encontramos desarrollando, del cual encontramos muchas menciones en la literatura, sin embargo es poco lo que encontramos en relación con las características que nos pueden explicar mejor el riesgo de transgresión de los límites personales, o lo que conocemos también como abuso. Cuando revisamos los textos, se describe que en especial en mujeres con diagnóstico de TLP hay importantes historias de abuso sexual en una o más veces y en cualquiera de sus diferentes manifestaciones. Entonces, en perspectiva tenemos: sexo femenino, edad adulta temprana, ambiente de invalidación, impulsividad y a continuación mencionamos un cuarto factor que se agrega a este riesgo:
4. DESIDENTIDAD: Conocida también como crisis de identidad, dificultad, para la percepción de la autoimagen, crisis de la propia imagen. Durante la adolescencia, las personas experimentamos una crisis de autoimagen, es decir, no sabemos o estamos seguros de quien realmente somos, en especial en los primeros años, concretamente entre los 10 y los 13 años; nos sentimos raros, deformes, porque primero nos crecen las orejas, o los brazos y advertimos una cierta desproporción que nos gusta. Posteriormente el resto del cuerpo se desarrolla y se va completando el proceso. En la persona con TLP, en la cual se arrastra un pasado invalidante, este proceso no se completa y al contrario se perpetúa. En la chica ocurre un “enorme ruido o interferencia” que le impide hacer insight y ser consciente de su propio proceso, de hacerse responsable de sí misma, de defenderse ante los estímulos del exterior. Ha aprendido mecanismos de defensa para responder a la invalidación, los cuales son sumamente desadaptativos. No sabe dónde se encuentra, o está aún más perdida que sus comunes. Incluso ha buscado a ese “cuidador” que no estuvo claro en su infancia, pero que podría parecerse a una mejor versión de aquel cuidador, en este caso un potencial agresor. La chica busca desesperadamente a alguien que se haga cargo no de ella, sino “de su dolor, de su vacío, de su desamor, el desamor del mundo, de ese mundo peligroso, injusto, amenazante, “que me abandonó, me maltrató”. Para otras personas, por ejemplo, otras chicas de su entorno, de su misma generación, con estilos de apego y crianza seguros, les parece incomprensible que su amiga de pronto se sienta compatible con chicos mucho mayores que ella, con amigas que tienen costumbres poco saludables. Para la muchacha, es, su mejor manera de escape (sin saberlo, un probable camino que la puede hundir en una mayor amargura).
Pueden desarrollarse entonces, nuevos mecanismos compensatorios (oposición donde aparece trastorno oposicionista desafiante o bien un trastorno disocial los cuales involucran malos comportamientos en el escenario académico; conductas alimentarias diferentes, anorexia y bulimia; sensación de “libertad” y un deseo inminente de independencia y separación del ambiente familiar directo, del control parental, aparecen los desafíos, juegos de alta adrenalina, apuestas, consumo experimental de licor o drogas)
Se puede decir entonces que la paciente con TLP tiene en su adentro, un "niño interior roto".. esto qué significa? Significa que hubo un niño una niña adolescente que se estancó ahí, que nunca creció pues no se le dieron los recursos necesarios para madurar y evolucionar en el tiempo. Muchos de nosotros arrastramos cosas del pasado, etapas que no maduramos lo suficiente, necesidades o cosas que se quedaron sin resolver. El o la TLP, es un "niño adulto" un niño que no maduró en un cuerpo con perspectivas de adulto y por eso veremos universitarias con TLP que se comportan como niñas de primaria o de prepa, de un modo un poco diferente a las demás, en donde la paciente también percibe que es diferente, que me “desidentifica” con mi grupo; los muchachos con TLP que mantienen comportamientos que son más propios de un niño rebelde. El varón con TLP funciona un tanto más disocial, sin embargo, la muchacha va a manifestar también conductas rebeldes. El niño no amado, no cuidado, crece en medio de una serie de amenazas reales e irreales, con un ego condicionado y una serie de emociones que van de un polo hacia su opuesto, no logran calzar en algún "gris"
Esto explica también la extrema dicotomía del TLP, debo quedarme en algún extremo porque no comprendo que es lo gris y si me lo muestran, desconozco en cuál de las tonalidades debo quedarme, por eso prefiero un extremo a veces y luego el otro, es como una forma más segura de estar. Caridad, una paciente refería “Dr. yo me encontraba en un dilema, una vez que fui abusada siendo virgen, mi sexualidad inició bajo el mayor desenfreno, no sabía lo que hacía, me comportaba como una pu.., me volví promiscua buscando amor y compañía, riesgo y desenfreno, era como una forma de castigarme por haberme permitido fallarme a mi misma…” Con la debida terapia, se le explicó a Caridad que el abuso no había sido su culpa, que su reacción era propia de su padecimiento, que su identidad correspondía más a su marco interno, a lo que ella realmente era, una chica inteligente y estudiosa, capaz de lograr sus metas. Que su sexualidad iría siendo mejor en la medida en que pudiera conocer lo que realmente quería, apartándose primero de actividades sexuales que involucraran riesgo de enfermedades de transmisión sexual. El sexo físicamente intenso no es perjudicial en tanto las personas que participan tengan absoluto consentimiento de lo que se va a realizar y que se eviten acciones que puedan provocar una lesión grave. Por medio de la dialéctica conductual y la mentalización se logró mejorar sus relaciones interpersonales y sus nuevas relaciones sentimentales le dieron mayor satisfacción y respeto por ella misma..
En conclusión, mi falta de identidad puede llevarme a buscarla en entornos poco seguros (redes sociales) donde estoy exponiendo esas debilidades, ese vacío. Busco en las demás respuestas, afecto, afirmación, aumentar mi ego. ¿Es seguro? Podría encontrarme fantasmas o espejismos, pero mi identidad depende de mis decisiones y no de lo que los demás me digan que soy o deba ser.
 
Hasta el momento hemos visto varios factores de riesgo para el abuso sexual y la revictimización en TLP. Los cuatro principales constituyen las cuatro "ies" (inmadurez, invalidación, impulsividad, identidad distorsionada) -A continuación se expone el quinto factor en importancia:
5. LA DEPENDENCIA: las personas, en especial con rasgos de personalidad dependiente (cluster C) tienden a tomar sus decisiones en función de la opinión de otras personas o simplemente dejan que otros decidan por ellas. Consideran muchas veces que no son capaces por sí mismos o que sin los demás sería imposible recibir aprobación o tomar una decisión. Este rasgo denota de cierta manera una fragilidad en la persona para tomar decisiones por sí misma, siendo más fácil que sean otros los que decidan por mí. En el caso de la persona portadora de TLP, el comportamiento inestable de su interacción con sí misma y el medio que le rodea, le vuelve impredecible, es decir, no sabe cómo actuar en este momento y no logra predecir cómo se sentirá y cómo actuará en las próximas horas.
Por lo general, la persona inestable va a requerir que las personas que le rodean sean predecibles y que de alguna manera logren interpretar lo que les sucede y puedan ayudarle en caso de una descompensación. En muchos casos, depositan esta confianza sobre personas que le aman, que realmente y le quieren y estas personas responden ante el medio de una manera que pueda servirle de apoyo a su familiar o amigo con TLP. Sin embargo, podría ser también que la persona con TLP, al notar una importante inestabilidad en su entorno familiar, desorden de roles, abandono, recargo de responsabilidades, rutina, conflictos en el seno del hogar, frustraciones y desacuerdos con su pareja o los más cercanos, tienda a buscar en extraños ese apoyo requerido. El problema es cuando este desconocido, puede ser un psicópata o un ofensor sexual con “piel de oveja” es decir, personas que por ejemplo se ofrecen a ser el paño de lágrimas, a mostrarse como “la compañía perfecta”. Lo vemos frecuentemente cuando los depredadores sexuales buscan a jovencitas que se sienten en necesidad de confiar en extraños, lo que le ocurre en su entorno familiar, casos como: “mis padres casi siempre están de viaje”,” mis padres no me ponen atención”, “mis padres solo viven en pleitos”, ya estoy harta de mis amigas”, “la prepa es aburrida, en mi casa me da lo mismo si llego o no”; esta vulnerabilidad es aprovechada por el depredador, quien escucha con paciencia, atiende muy bien lo que le cuenta la chica y muy voluntariamente se ofrece a “consolar” y suplir esta necesidad de afecto, aprovechando que las redes sociales son una fuente de escape y alimento para el ego de las jóvenes.
La dependencia hace que la persona con TLP se exponga al control de otra persona; en algunos casos esta dependencia resulta ser positiva, por ejemplo, el terapeuta que asume los cuidados en el hospital ante un “acting out suicida”; los padres que cuidan y rehabilitan a la paciente en sus fases de ocio e incumplimiento de obligaciones como estudiante, trabajadora o madre, las amigas que le protegen y le aconsejan. Pero en otros casos, al depender de extraños para mejorar la confianza y la autoestima, el resultado pueden ser violaciones, extorsión, robos e incluso la exposición de mis seres queridos a penas y/o peligros.
Un ejemplo de dependencia es cuando “el chico que conoció ayer en internet viene a su casa y le acompañe a beber porque está triste. Al abrir la puerta, de sorpresa resulta que es un adulto y ella tan solo una chica; pero como siempre ha dependido de otras personas para resolver sus penas, acepta que pase a su casa y puede llegar a consumir drogas y bebidas adulteradas en compañía de esta persona. Acaba sometiéndose al control de esta persona que es mayor o menor que ella sin distinguir si sus intenciones son buenas o malas, al final, la historia no acaba bien, puede resultar extorsionada, agredida, violada o víctima de grooming”.
Ocurre un comportamiento paradójico en el que la persona rechaza a quienes le cuidan y sin ser lo suficientemente consciente, le brinda su confianza a extraños que le pueden hacer daño. La dependencia explica en parte, la promiscuidad y el sexo sin protección; es algo así como la adicción al afecto, al contacto físico, a la compañía, de modo que la persona controla su necesidad afectiva por medio de relaciones ocasionales, donde en teoría no se expone al abandono ni la intimidad emocional. Así la persona con TLP asume a su entender que “controla quienes van a ser sus parejas y como podrían ser los encuentros”.
En conclusión, debe trabajarse con el terapeuta, el asunto de la dependencia y la rehabilitación de la paciente para desaprender las conductas desadaptativas que le atormentan y le impiden responder apropiadamente a las amenazas del entorno. El manejo de la frustración es fundamental, el apoyo y el amor de la familia son básicos para que la persona mejore su independencia, de una manera saludable. El tratamiento del déficit atencional y las adicciones disminuye mucho el riesgo de abuso y agresión sexuales.
 
Buenas tardes, continuando con nuestro tema, les expongo el sexto de los principales factores de riesgo para el abuso sexual en nuestros pacientes portadores de TLP.
6. ABANDONO IRREAL Y REAL: hay un gran temor en la chica TLP de resultar abandonada en cualquier momento de su vida, en cualquier circunstancia y por cualquier persona, sea familiar, pareja o amiga. Estos eventos de abandono ficticio o en sí real, han venido sucediendo desde la infancia. La invalidación es una forma de abandono, al igual que aquellos momentos en que los padres priorizan asuntos de trabajo o sus actividades personales mientras las necesidades del niño o la niña pasaron a segundo plano. Es este temor o terror al abandono, lo que implica la idea de aferrarse con más fuerza a persona y/o a situaciones en las cuales, la persona con TLP espera encontrar un respiro, un alivio a lo que le sucede.

Desafortunadamente los mecanismos que utiliza la persona con TLP para evitar su abandono real o irreal, son en mucho desadaptativos o disfuncionales, lo que, al contrario de frenar el abandono, lo fomenta. Dicen que nuestros temores tienden siempre a jugarnos una mala pasada. Cuando hay impulsividad y pensamiento mágico, se tiende a utilizar desesperadamente estrategias que logren controlar esa ansiedad, sin embargo, estas tienden a trasmitir ansiedad a los cuidadores, lo que les provoca confusión y una respuesta de alejamiento de la conducta del paciente. Estos patrones de respuesta en la persona con TLP deben cambiarse para mejorar la percepción de las demás personas hacia el paciente.

Anita, por ejemplo, comienza a frustrarse porque don Pedro no la deja ir al baile con sus amigas; frustrada, Anita intenta por todos los medios convencer a su papá. Al no lograrlo, comienza a experimentar una ira desmedida que termina por alterar su comunicación con él y el resto de la familia. Anita tiende a aislarse, por lo que también responde alterada a sus amigas que iban a ir con ella al baile. Al no poder manejar esta frustración, la culpabilidad aumenta y la sensación de que quienes me aman “me van a abandonar” lo cual me provoca un enorme dolor y por eso busco cortarme para que el dolor físico pueda aliviar mi sufrimiento. Al repetirse estos eventos con el tiempo, la relación con los seres más queridos, los más próximos, comienza silenciosamente a deteriorarse por lo que, al experimentar el vacío, la chica buscará consuelo en desconocidos, aleatoriamente “escogidos” sin conocer el bagaje que puedan traer a su vida. Como consecuencia, aparecen respuestas desde un entorno poco conocido o misterioso hacia la paciente que no siempre son del todo las mejores (ofensas verbales, explotación económica y sexual para lograr aceptación, uso de drogas y alcohol, conductas promiscuas, sexo de alto riesgo, en fin, una serie de eventos en los cuales, la persona nunca esperó verse participar pero que son resultado de la búsqueda de respuestas ante una situación de abandono.

Los eventos de abandono real en una paciente con TLP desde su primera infancia hasta la adolescencia y adultez joven, pueden ejemplificarse de muchas formas: “la bebé llorando, mientras mamá saca cuentas porque no alcanza la quincena, la niña llora y llora y no es atendida”; “hay que ir por la niña al materno-infantil y quien la recoge no es su mamá como la niña espera”; “los padres de la niña no asisten a la reunión del colegio porque están atendiendo asuntos que consideran más importantes”; “mis padres siempre están de viaje, entonces me dejan dinero para gastarlo en lo que yo quiera, paso sola varios días en casa y me siento abandonada a merced de mis amigas”; “un chico me invitó a bailar pero luego desapareció de la nada”, “conocí un tipo en una fiesta, me drogó y luego de violarme, me dejó abandonada en una cama” “las chicas que yo creí mis amigas, las más estupendas, resultaron ser las más estúpidas porque me dejaron plantada”.

Se van acumulando una serie de tristes sucesos, la paciente desarrolla profundos síntomas de tristeza y aislamiento, por lo que se frustra aún más aumentando su desgaste físico y emocional, por lo que termina por deprimirse y descuidarse, es decir se autoabandona y se llena de culpabilidad, refiriendo por ejemplo: “aquel mozo que era mi enamorado y me profesaba amor y me aceptaba como yo era, se terminó alejando de mí”, muchas veces por el afán equivocado de retenerlo mostrándole lástima y el papel de víctima, una forma de manipulación inconsciente que la paciente aprendió a desarrollar como respuesta disfuncional al medio. Estas conductas desadaptativas se pueden desaprender por medio de terapia dialéctica conductual en la que la paciente conoce nuevas estrategias para enfrentar la situación frustrante, para reconocer el temor al abandono y evitar las conductas que más bien lo favorecerían. Esto va a disminuir también el estrés entre las parejas, los familiares, compañeros de trabajo o estudio, amigas del alma, incluso en los terapeutas.
 
Buenas! Me resulta muy interesante todo lo expuesto.
Realmente en mi caso yo lo siento al revés, es decir, me da asco el hecho de sentir el cuerpo de otra persona que no sea la que yo deseo en ese momento. Aunque esté en crisis si alguien que yo no quiero intenta lo más mínimo reacciono al instante mostrándole mi desaprobación y explicándole el porqué.
El sexo ha sido y es una fuga y una fuente de bienestar, yo escojo cómo, cuándo y con quién. Lo que no quita obviamente que haya tenido conductas "no saludables" en este ámbito.
El hecho del "asco" hacia otros cuerpos no he llegado a determinar bien porqué se da así en mí, pero si que he llegado a "usar" a personas concretas elegidas para sentirme mejor (me avergüenzo de ello e incluso lo he llegado a hablar con esas personas)
Cómo ejemplo: estuve con un chico 4 años, sexo genial, y blabla con el tiempo la relación pasó por baches y yo no sentía lo mismo por él, una vez que estábamos besándonos e íbamos a tener sexo me puse a llorar y le dije que no podía porque ya no le quería, el obviamente lo aceptó y lo hablamos.
Creo que he perdido un poco el hilo de lo que iba a decir, pero quizás sirva para alguien.
Un saludo.
 
Hola Eme, gracias por leer y comentar.

Pienso que a todos nos daría asco sentir el cuerpo, los fluidos, las expresiones u otra forma de proyección de una persona que no es deseada por nosotros, o bien, aceptada para tener intimidad con pleno consentimiento y voluntad, aunque no se sienta deseo. Toda relación sexual violenta sin previa aceptación de ambas partes, es un abuso hasta que no se demuestre lo contrario. En estados de crisis, la vulnerabilidad de las personas podría aumentar, especialmente cuando las demás vías de escape se encuentran limitadas (apoyo de amigos, sobreingesta etílica o de alimentos, actividades deportivas o sociales) Sin embargo en la paciente límite, la escisión y otros mecanismos de defensa que podrían llevar a pulsos psicóticos, no inhiben del todo la consciencia de los actos y por lo tanto, la posibilidad de rechazar o evitar un encuentro sexual, es decir, a pesar de haber un estado de hiperneurosi,s el racionamiento va a estar ahí presente, en especial cuando se trata de personas que tienen algún grado de insight.

Precisamente como lo describía en los comentarios anteriores, el sexo es una vía de escape como otros varios que menciono entre paréntesis en el párrafo anterior. El tema de escoger es interesante porque también en otra de las presentaciones anteriores, esta selectividad es muy propia de la paciente con TLP, ya que es una forma de controlar el medio externo y de autocontrol al mismo tiempo. Esto se da por ejemplo, en el caso de las ventajas que ofrecen las aplicaciones de citas en la web, donde puedes conocer el perfil de la persona y detalles como la distancia o ubicacion del domicilio. Una paciente mencionaba: "yo me garantizaba que las parejas que conocía en la aplicación, no vivieran muy cerca y ojalá no se conocieran para no tener problemas después con personas inescrupulosas que pudieran querer afectar mi imagen o dijeran...ahí va la promiscua", "soy impredecible...pero me gusta que los que me rodean no lo sean, así mantengo el control." Definir qué es saludable o no en una pareja, es complejo, sin embargo se espera que toda actividad sexual no cause daño físico, espiritual y sobre todo, emocional. Lo principal es que las prácticas sexuales sean por mutuo acuerdo y no impositivas.

El vacío existencial que ocurre en el TLP, puede llevar a la paciente a un estado de impulsividad y conductas no lo suficientemente mentalizadas, con el afán de "llenar ese vacío". Cuando mencionas que has "usado" a otras personas, no lo has hecho conscientemente. Sin embargo reconocerlo es admirable y aún más, el hecho de dar explicaciones y disculparse con quien consideres se ha sentido afectado. Muchas exparejas de TLP describen "haber sido utilizados y no amados"; esto depende también de la expectativa de la otra persona y por eso es muy importante que las personas dialoguen para encontrar una vida de pareja o una relación ocasional que sea más satisfactoria para ambas partes.

Has logrado mucho Eme, con el tiempo los síntomas serán menos y tu vida irá siendo más feliz; lo importante es que hagas lo que te haga sentir mejor de modo que no suponga un daño para tu salud ni para los que te rodean.

Saludos y un abrazo.
 
Buenas @Hdsancho , estoy de acuerdo con lo que dices, aunque haya cosas que resulten dolorosas reconocer en una misma y saber que los demás son conscientes de ello.
La verdad, es que tengo una buena relación con el sexo en este momento. Desde hace como un año soy capaz de entender cuando realmente lo que necesito es apoyo y cuando no lo estoy buscando de la manera correcta.
Desde hace meses he dedicado mucho tiempo y cuidado a mis vínculos, establecerlos, definirlos y afianzarlos entendiendo a cada individuo, respetando sus ritmos y espacios. Manteniendo una buena comunicación y siendo sinceros. Todo ha ido mucho mejor desde entonces. Ahora entiendo la importancia de mi persona en sus vidas y las suyas en la mía, "el peso" de la carga emocional no se lo lleva sólo una persona (antes era mi pareja ) sino que ahora sé distinguir y puedo apoyarme en personas que me quieren y quiero. Eso hace que el sexo tenga otro tipo de peso en mi vida. Que no quita que quiera practicarlo teniendo o no pareja, pero ya no depende de mí estado emocional simplemente.
Un saludo
 
Te felicito @EmeMiau eres un ejemplo de vida para todas las personas y esto que acabas de comentar resulta sumamente valioso para las personas con TLP que están en ese proceso de búsqueda de su propia identidad y de como entender el mundo y la sexualidad desde una mejor perspectiva.
 
Continuando con el tema, se cita el siguiente factor de riesgo: 7.VICTIMIZACIÓN: la persona con TLP durante la etapa de la adolescencia y la adultez joven (etapa pre-universitaria, universitaria y post-académica), atraviesa un período caracterizado por una crítica inestabilidad emocional, conflictos y confusión sobre gustos, metas y aspiraciones, inclusive, preferencias sexuales. Esto se ve aún más exacerbado en una persona cuyas emociones son extremas, su identidad es escasa o nula y su apego inseguro es constantemente invalidante, como un ciclo vicioso redundante. Esta situación puede ser perfectamente percibida y aprovechada por cualquier agente agresor externo, desde un compañero de la universidad que puede hacer una simple broma (bullyng) hasta un psicópata. Un agresor sexual simulará ser una fuente de apoyo ( como en el caso de alguien que nos apoya cuando estamos "despechados") proporcionando una falsa sensación de confort y una nube de idealización que transmite "tranquilidad y alimento al ego de la persona que pasa por una situación de tristeza". Por ejemplo, la chica que comenta a un amigo: -"se murió mi perrito... mi novio me dejó... mi amiga se peleó conmigo... me sacaron de la clase en el colegio... mis notas en la universidad fueron malas" en fin, una serie de situaciones generadoras de ansiedad o causantes objetivas de tristeza. En este estado, la persona es muy vulnerable a recibir en su vida a personas que ofrecen darle alguna forma de apoyo pero en realidad, están en calidad de "lobos con piel de oveja". En la persona con TLP, está disminuida la capacidad de percibir el riesgo inminente de confiar en una persona extraña,pero más que esto...la capacidad de insight, la capacidad de confrontación e incluso la resiliencia pueden estar también limitadas. Esto hace que se pueda producir una revictimización (se repite nuevamente el ciclo de: situación depresiva ansiosa_ excesiva o más bien "impulsiva" confianza_escenario de vulnerabilidad y consiguientemente "revivir el doloroso pasado". Una chica relató: "un hombre como 15 años mayor que yo, "agradable, noble, sincero, que según yo me escuchaba, me apoyaba, alababa mis logros (lo que mis padres no hacían o yo creía que no), me trajo un regalo y me ofreció su compañía cuando lo llamé para decirle que viniera a apoyarme porque me sentía al borde de acabar con mis días. Al final no me dí cuenta que estaba aprovechándose de mi inocencia, de mi confianza, de mi belleza, de mi reciente condición de mayoría de edad porque se tomó "la molestia" de estalkearme por las redes sociales sin que yo lo supiera, siendo no menos que un verdugo peor de los que he conocido en mi vida. Cuando llegó a mi casa, me dopó sin que yo lo notara y de pronto...se robó mi virginidad, dejándome en mi cama como un trapo sucio. Luego de esto la paciente cursó con cuadros reactivos de ansiedad, llanto e hipomanía de origen desconocido, irritabilidad y estrés post trauma asociado a autolesiones e intentos suicidas. En menos de un año la paciente vuelve a revivir una situación parecida bajo nuevos detonantes de estrés, falta de autocontrol de impulsos y poca adherencia al tratamiento. Si una violación es catastrófica para cualquier ser humano lo es el doble para la TLP, es como si el alma "muriera a pedazos lentamente", suceso tras suceso. La denuncia de estos eventos se complica por la vergüenza y el temor a asumir las consecuencias de denunciar un acto tan destructivo, en el que muchas veces la paciente además se considera a ella misma como "cómplice" cuando en realidad lo que ha sido es víctima. Como ya lo hemos comentado, las agresiones sexuales son culpa única y exclusivamente de quien las perpetra. Esto por tratarse de un acto contra la voluntad de una persona, siendo violatorio de sus derechos, inclusive cuando la persona aparenta consentir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Así que la chica con TLP NO TIENE LA CULPA de ser agredida o abusada, es solamente más vulnerable y como tal debe ser mejor abordada en su tratamiento para evitar su revictimización y la complicación de su patología de fondo.
 
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